domingo, 16 de enero de 2022

LOS OTROS MILLONES DE MUERTOS

LA LÓGICA DE TERROR DEL IMPERIO

Vincent Bevins.- El método Yakarta, Madrid, Capitán Swing, 2021, 390 páginas.

Hay un principio que guía este libro: el de responder a la pregunta ¿cómo moldearon nuestro mundo las actividades norteamericanas desde la Guerra Fría? El relato estremecedor que hace Bevins de las masacres, violaciones de los derechos humanos, genocidios, intervenciones económicas y manipulaciones informativas producidas directa (como en Vietnam) o indirectamente (como en Indonesia) por Estados Unidos en todo el mundo no es solamente una denuncia firme hecha con suficiente documentación, sino un evidencia de cómo deberíamos entender las operaciones actuales que la administración estadounidense desarrolla (o ha desarrollado) en Venezuela, Cuba, Libia, Siria, Palestina, Nicaragua, Panamá, etc.

El conocimiento minucioso de esta historia está entrelazado con las experiencias vitales de Ing Giok Tan, Francisca, Carmen Hertz, Zain y un número amplio de personas que sufrieron, en distintos países, la destrucción de gobiernos, la cruzada anticomunista y el olvido de la verdad de lo sucedido. Y, de la misma manera que Bobby Kennedy afirmaba en 1966 “hemos levantado la voz contra las inhumanas matanzas perpetradas por los nazis y por los comunistas. Pero ¿la levantaremos contra las matanzas inhumanas en Indonesia, donde más de cien mil supuestos comunistas no han sido los autores sino las víctimas?” (p. 244), hoy día también podríamos hacernos la misma pregunta, ajustarla más: ¿por qué después de más de cincuenta años de infamia y terrorismo por parte de la CIA y otras instituciones poderosas de Estados Unidos, incluida su presidencia y su conglomerado militar, aceptamos las mentiras con que encubren sus intervenciones y no decimos basta ya?

El libro de Bevins hace referencia a un método de exterminio implementado contra la oposición izquierdista en diferentes países del mundo en función de los intereses estratégicos, económicos y políticos de los Estados Unidos. Comienza con la creación, después de la Segunda Guerra Mundial, de la propaganda anticomunista “realmente existente” (p. 28) y va describiendo las actividades que, en tierras, zonas, países, pueblos de todo el mundo, pusieron en marcha para dominar e imponer, a través de gobiernos títeres o de dictadores sanguinarios, los intereses norteamericanos.

El libro presta atención a cómo se formó y se deformó hasta la disolución la idea de tercer mundo (pp. 82 y ss.), utilizada torpemente en Europa como sinónimo de subdesarrollo y pobreza cuando, en realidad, definía el proyecto nacido en Bandung de construir un mundo que no estuviera condicionado ni por el capitalismo (llamado primer mundo) ni por el comunismo (llamado segundo mundo).

El relato de Bevins, que mantiene dos focos enunciativos permanentemente, a lo largo de sus páginas, en Brasil y en Indonesia, es complementario de las películas de Peter Weir El año que vivimos peligrosamente (de ficción) y de Joshua Oppenheimer The Act of Killing (El acto de matar) The Look of Silence (La mirada del silencio) (documentales). Mientras estas se centran en Indonesia y el asesinato de aproximadamente un millón de comunistas, el libro El método Yakarta intenta situar este genocidio en el marco de las distintas actividades terroristas que Estados Unidos despliega en las décadas de los años 50 y 60.

Bevins introduce en el texto citas de los embajadores (cuerpos diplomáticos que funcionan como oficinas de intervención política y militar), agregados militares, agentes de la CIA, extraídos de memorias, artículos, investigaciones y documentos de archivos desclasificados, tan simples y burdas, pero con consecuencias que son demoledoras para las vidas de gentes y países, como “creo que ha llegado la hora de que le apretemos las tuercas a Sukarno” (p. 99).

En las primeras páginas de su libro, Bevins escribe que quiso contar esta “red mundial de exterminio” porque “se olvida con mucha frecuencia que el anticomunismo violento fue una fuerza mundial y que sus protagonistas trabajaban cruzando fronteras y aprendiendo de los éxitos y fracasos de otros lugares conforme su movimiento adquiría impulso y cosechaba victorias” (p. 16). Es decir, como hoy. Si entonces era necesaria la información verdadera ahora necesitamos algo más: enfrentarnos a la posverdad que invalida y deja sin efectos la verdad de las cosas. Este libro puede ayudar a mancharnos las manos con la historia. (CVH).